
La temporada 2025-26 de la NBA está a punto de despegar y con ella comienza una de las batallas más fascinantes del año: la carrera por el Premio Kia MVP. Cada octubre surgen nombres familiares y nuevas amenazas dispuestas a irrumpir entre los gigantes. Este año, la conversación no es solo quién domina, sino qué tipo de jugador define la nueva era del baloncesto.
Lo cierto es que la liga vive una transición de poder. Shai Gilgeous-Alexander, el vigente MVP, llega con la confianza de quien ya conquistó todo: título, trofeo y respeto. Pero la historia reciente demuestra que repetir no es fácil. El canadiense encabeza un Thunder que parece no tener techo, aunque deberá demostrar que su temporada perfecta no fue casualidad.
Tras él, Luka Dončić se perfila como el gran favorito para destronarlo. En su primera campaña completa con los Lakers, el esloveno llega más delgado, enfocado y con un discurso diferente: ahora habla de anillos. Si Los Ángeles logra ser un contendiente real en el Oeste, los votantes podrían inclinar la balanza a su favor.
En el Este, el eterno motor de Milwaukee, Giannis Antetokounmpo, regresa a la pelea con más responsabilidades que nunca. Sin una estrella al lado, el griego tendrá que sostener a los Bucks prácticamente solo. Si logra mantenerlos entre los mejores, su candidatura será imposible de ignorar.
En Minnesota, Anthony Edwards ya no es promesa: es la realidad que amenaza con romper el orden establecido. Su confianza y liderazgo hacen pensar que el salto definitivo podría llegar este año. Si los Timberwolves terminan en el Top 3 del Oeste, su nombre estará en todas las papeletas.
Tampoco se puede descartar a Nikola Jokić, quien parece estar en una competencia eterna consigo mismo. Tres MVPs, dos subcampeonatos y un dominio silencioso lo mantienen siempre en el radar. Si los Nuggets logran un inicio sólido, el serbio podría sumar su cuarto trofeo y unirse al grupo más selecto de la historia.
Más atrás, aparecen los disruptores: Cade Cunningham en Detroit, con la misión de devolver la relevancia a una franquicia dormida; Jalen Brunson en Nueva York, convertido en símbolo de eficiencia y coraje en el Madison Square Garden; y el fenómeno Victor Wembanyama, listo para demostrar que el futuro ya llegó tras superar su lesión.
Y como si fuera poco, el veterano eterno, Stephen Curry, sigue desafiando el paso del tiempo. A los 37 años, con un nuevo núcleo joven a su alrededor, el chef busca demostrar que todavía puede cocinar a cualquiera cuando el balón quema.
La carrera al MVP 2025-26 promete ser un choque generacional: de un lado, la élite consagrada de Jokić, Giannis y Curry; del otro, la nueva ola encabezada por Shai, Luka y Edwards, jugadores que redefinen lo que significa dominar el juego moderno.
Más allá de las estadísticas, esta temporada puede marcar el cambio de guardia definitivo. Si Gilgeous-Alexander logra repetir, estaríamos ante el nuevo rostro de la liga. Pero si Luka o Edwards levantan el trofeo, el mensaje será claro: la NBA ha entrado oficialmente en su nueva era.
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