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Los Knicks de Nueva York, conocidos por su fortaleza defensiva en la pasada temporada, están experimentando un preocupante retroceso en este aspecto, en gran parte a raíz de la incorporación de Karl-Anthony Towns. A pesar de contar con los especialistas defensivos OG Anunoby y Mikal Bridges y un técnico tan orientado a la defensa como Tom Thibodeau, el equipo ha caído al puesto 20 en eficiencia defensiva, un notable descenso desde el top 10 que ocupaba el año pasado. Según Cleaning The Glass, que excluye el «garbage time» y los últimos segundos de posesiones al final de cuartos, los Knicks están mostrando grietas en su muro defensivo, y Towns es uno de los principales responsables.
El impacto negativo de Towns en defensa ha sido evidente desde el primer partido. Su movilidad ha sido aprovechada por los rivales desde el inicio, como se vio en la noche inaugural cuando los Celtics lo buscaron constantemente en acciones de pantalla. Además, su presencia en el aro ha sido prácticamente inexistente. Los rivales están anotando casi cada vez que Towns intenta proteger el aro, colocándolo en el último lugar de efectividad entre los 73 jugadores que han defendido al menos 25 tiros en la pintura esta temporada, con un porcentaje defensivo de 90% en el aro, según NBA.com.
Para poner esto en contexto, el peor protector de aro la temporada pasada entre jugadores que defendieron la mayor cantidad de tiros fue un guardia (Dejounte Murray) con un porcentaje de 76.6%, y ningún centro permitió un porcentaje superior al 70%. Towns ha superado ampliamente esta marca, lo que subraya la magnitud del problema para los Knicks.
Nueva York esperaba cierto retroceso tras perder a Isaiah Hartenstein en la agencia libre y a Mitchell Robinson por lesión, y convertir a Julius Randle y Donte DiVincenzo en Towns. Pero esta caída en defensa es alarmante para un equipo que apuesta por su fortaleza defensiva como pilar fundamental.
