DEPORTES MANIEL
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FORT LAUDERDALE – Si algo dejó claro la noche del sábado en el Chase Stadium es que Inter Miami, con Lionel Messi en cancha, sigue siendo el equipo más temido —y tal vez el único verdaderamente inevitable— de la MLS. Después de tres derrotas consecutivas y una lluvia de críticas tras la eliminación en la Concacaf Champions Cup, ‘Las Garzas’ levantaron vuelo con una goleada 4-1 sobre New York Red Bulls. Pero no fue solo un triunfo; fue una declaración.
Mientras otros equipos aún buscan identidad, Miami parece haberla reencontrado justo a tiempo, y la brújula, como siempre, la sostiene Messi. Anotó, asistió, dirigió, marcó los ritmos y dejó claro que cuando él se activa, la MLS entera se agita.
UNA RESPUESTA QUE VA MÁS ALLÁ DEL MARCADOR
Javier Mascherano sabía que este partido no era uno más. No se trataba solo de sumar tres puntos, sino de limpiar la imagen, calmar las aguas y demostrar que este Inter Miami puede —y debe— competir al más alto nivel. La actuación colectiva fue brillante, pero lo más valioso fue la actitud: Messi lideró con hambre, Suárez se reencontró con el gol tras nueve juegos, y jóvenes como Weigandt y Segovia ofrecieron una energía renovadora.
El gol de Messi fue una postal: doble pared con Telasco Segovia, choque físico con Noah Eile y zurdazo inapelable. Fue fútbol en su forma más pura. Fue Messi en modo líder silencioso pero letal.
UN EQUIPO QUE RESPIRA AL RITMO DE SU CAPITÁN
La versión 2025 del Inter Miami depende emocional y futbolísticamente del “10”. Tras cuatro juegos sin anotar, Messi volvió a brillar en el momento justo. Y no es coincidencia que Suárez también haya marcado en ese mismo contexto. El grupo, tocado por la frustración y la presión, encontró alivio en su capitán.
“Necesitábamos esta victoria”, confesó Mascherano. Más que eso: necesitaban a Messi en modo depredador, y lo tuvieron.
NO TODO ES MESSI, PERO TODO PASA POR ÉL
Aunque el foco siempre estará en Messi, la clave de esta goleada estuvo en la sincronización: Jordi Alba volvió a mostrar su conexión letal con el astro argentino, Picault ofreció verticalidad por fuera, y Weigandt demostró por qué es más que un suplente ocasional. El equipo respondió con contundencia y profundidad.
El gol de Picault a los 9 minutos dio el tono. El de Weigandt al 30’ lo reforzó. Luego vinieron los flashes: Messi para Suárez, Messi para todos. Miami no solo volvió a ganar, volvió a gustar.
LO QUE VIENE: RETO Y OPORTUNIDAD
Con 21 puntos en 10 jornadas y escalando posiciones en la Conferencia Este, Miami ahora pone la mira en Minnesota United. La cita será el sábado 10 de mayo. Será un nuevo termómetro, pero también una oportunidad para confirmar que este despertar no fue casualidad, sino el inicio de un nuevo tramo triunfal.
Messi suma ya 4 goles en 2025 y no parece dispuesto a dejar de sumar. Si esta noche fue una señal, lo que viene podría ser aún más temido.
¿UN AVISO PARA EL RESTO DE LA LIGA?
Inter Miami no está muerto. Nunca lo estuvo. Solo necesitaba una noche como esta para recordarnos que, cuando Messi está en cancha, el miedo escénico cambia de bando.
