
El Philadelphia Union no solo sobrevivió en la U.S. Open Cup, también dejó un mensaje claro: su sistema de desarrollo de jugadores es una realidad. En una noche tensa y llena de emociones, dos jóvenes formados en casa —Andrew Rick y Cavan Sullivan— se convirtieron en protagonistas clave para que el equipo avanzara a los octavos de final tras una dramática tanda de penales ante Indy Eleven.
Andrew Rick: seguridad en el momento más difícil
Con solo 19 años, Andrew Rick demostró una madurez sorprendente. Con la ausencia de Andre Blake, el joven arquero fue titular en un partido de eliminación directa y no falló. Su momento clave llegó justo antes del descanso, con una gran atajada que desvió un remate peligroso de Jack Blake, evitando el empate.
Pero su consagración llegó en los penales: Rick detuvo el tercer disparo del Indy Eleven y le dio ventaja al Union. Sus compañeros no fallaron ninguno, sellando el triunfo por 5-4. Rick no solo cumplió; demostró que está listo para lo que viene.
Cavan Sullivan: 15 años, 120 minutos y personalidad
Sí, leíste bien: 15 años. Cavan Sullivan fue titular por primera vez con el primer equipo y jugó los 120 minutos completos como si tuviera años en la MLS. Desde el inicio pidió la pelota, organizó el medio campo, se asoció y generó peligro.
Terminó el partido con 6 remates (3 al arco), 2 pases clave, 4 duelos ganados y 2 entradas limpias. Más allá de los números, lo que dejó fue una sensación clara: el Union tiene una joya en sus manos. Y ya está listo para brillar.
Una victoria con sello de academia
El Union necesitaba avanzar, sí. Pero esta victoria tiene un valor extra: fue impulsada por jugadores de su propia academia. Rick y Sullivan no solo cumplieron; se lucieron. En una noche en la que muchos esperaban que los veteranos marcaran la diferencia, fueron los más jóvenes los que dieron el paso al frente.
Y si esta es la base, el futuro del Union se ve más brillante que nunca.
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