
La historia no solo se escribió en el marcador, sino también en los apellidos. Koby Brea y David Jones coincidieron en la cancha durante la victoria de los Phoenix Suns sobre los San Antonio Spurs (130-108), un resultado que puso fin al invicto texano, pero que abrió un capítulo especial para el baloncesto dominicano.
El debut de Koby Brea fue breve, pero simbólico: 4 puntos, 1 asistencia y un 50% de campo en apenas 4 minutos. Entró con confianza, atacó sin miedo y aprovechó su oportunidad como si hubiese estado esperando toda una vida. Con ese estreno, el joven guard se convirtió oficialmente en el jugador dominicano número 14 en debutar en la NBA, un logro que resonó fuerte desde Phoenix hasta Santo Domingo.
Del otro lado, David Jones volvió a dejar su sello con los Spurs, sumando 2 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 4:32 minutos, lanzando de 1-3 desde el campo. Aunque sus minutos fueron limitados, mostró energía, orden defensivo y esa determinación que lo ha caracterizado desde su etapa universitaria.
Mientras Devin Booker lideraba la ofensiva de los Suns con una actuación magistral, el foco para la comunidad dominicana estuvo en esos minutos finales: dos compatriotas compartiendo cancha en la mejor liga del mundo, algo que no sucede todos los días.
Fue una noche de quiebre para San Antonio y de esperanza para el Caribe. Phoenix se llevó el resultado, pero República Dominicana se llevó el orgullo. Porque más allá del boxscore, ver a Brea y Jones saludarse al final del juego es un recordatorio de que el talento dominicano sigue abriéndose paso y esta vez, lo hizo en estéreo.
DEPORTES MANIEL