DEPORTES MANIEL
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En una noche cargada de drama y emociones, Giannis Antetokounmpo volvió a demostrar por qué es uno de los jugadores más dominantes del planeta. Con un tiro de media distancia sobre la bocina, el griego le dio a los Milwaukee Bucks una victoria épica 117-115 sobre los Indiana Pacers, arruinando así el esperado regreso de Myles Turner a Indianápolis, pero esta vez vistiendo el uniforme rival.
Antetokounmpo firmó una actuación de 33 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias, con un impresionante 14 de 21 en tiros de campo, liderando a unos Bucks que supieron resistir el empuje final de unos Pacers que nunca se rindieron. A falta de seis minutos, Milwaukee ganaba por 11, pero Indiana reaccionó y logró empatar con una bandeja de Aaron Nesmith a solo 14 segundos del final. Fue entonces cuando Giannis tomó el balón, no lo soltó, y definió con frialdad total al sonar la chicharra.
El duelo también marcó un capítulo especial: Myles Turner, exreferente de los Pacers, jugó su primer partido en el Gainbridge Fieldhouse como visitante. Entre abucheos y nostalgia, terminó con 9 puntos, 7 rebotes y 5 bloqueos, en un partido donde la tensión fue constante.
Por Indiana, Pascal Siakam brilló con 32 puntos y 8 asistencias, mientras Isaiah Jackson firmó un doble-doble de 21 puntos y 10 rebotes, recordando sus mejores noches desde 2022.
El encuentro, digno de playoff, fue un recordatorio de la reciente rivalidad entre ambos equipos, después de que Indiana eliminara a Milwaukee en las últimas dos postemporadas. Pero esta vez, Antetokounmpo tuvo la última palabra, levantando los brazos y sonriendo mientras el silencio se apoderaba del pabellón.
Milwaukee se queda con su tercera victoria en los últimos cuatro juegos y manda un mensaje claro: con Giannis al mando, los Bucks siguen siendo un gigante del Este.
